Rol de la Prevención del Cáncer en el Perú

Por la Dra. Marcy Ramos Flores, Cirujana Oncóloga, Departamento de Detección, Diagnóstico y Prevención del Cáncer – INEN

 

 

 

¿Qué impacto tiene?

Para evaluar el impacto del cáncer en nuestro país, es importante tener en cuenta datos epidemiológicos, sobre el cual podamos hacer un análisis de la realidad de ésta enfermedad en el contexto actual,   por lo que de acuerdo a reportes sobre la incidencia del cáncer en nuestro país, para el año 2020, según la Agencia Internacional de Investigación para el Cáncer (IARC)  tenemos que en el Perú, la mayor frecuencia de casos de cáncer tanto en varones como mujeres, están dados por el cáncer de próstata, seguido del cáncer de mama, cuello uterino y estómago1 ; resultando la mayor cantidad de casos nuevos registrados para ambos sexos entre los 30-79 años2, siendo la tasa de incidencia global en cáncer, para ambos sexos de 225.76 por 100 000 habitantes, para el periodo 2013 -2015 de acuerdo al reporte del Registro de Cáncer de Lima Metropolitana3 , la cual es comparativa con elevadas tasas de incidencia de países como Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Estados Unidos, entre otros.

Sabemos que el cáncer puede afectar a cualquier edad, tenemos que en el Perú, encontramos que en varones el 77% de casos y en mujeres el 63.7% de casos, se encontraron en mayores de 50 años, de acuerdo al reporte de Cáncer de Lima Metropolitana 2013-2015; por otro lado según lo reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la principal causa de muerte a nivel mundial, si bien puede variar la frecuencia de tipo de cáncer en cada país, es la incidencia de cáncer de cuello uterino la que predomina a nivel mundial , siendo éste, el tipo de cáncer que  lidera uno de los primeros lugares en nuestro  país, que al momento del diagnóstico, aproximadamente el 75% presentan enfermedad avanzada5, para las cuales, las oportunidades de tratamiento, recuperación y curación se ven reducidos, lo cual genera un gran impacto social, económico y en las familias, desde el año 2012, se empezó a aplicar el Plan Esperanza, que buscaba mejorar la atención, diagnóstico  y tratamiento de pacientes con cáncer con bajos recursos económicos; a partir del año 2018 se ha empezado a aplicar el Plan Nacional para la Prevención del Cáncer Ginecológico, que incluye cáncer de mama y cervico uterino, aún a pesar de los esfuerzos realizados, observamos que las estadísticas no muestran resultados favorecedores y todavía el sueño de ver un país libre de cáncer aún se vuelve lejano.

¿Qué se debe mejorar?

Si bien existen los factores de riesgo como el consumo de tabaco, consumo de alcohol, la inactividad física y el consumo de una dieta poco saludable contribuyen alrededor de un 20% aproximadamente el incrementar el riesgo de padecer cáncer, existen otros factores que contribuyen en mayor medida a prevenir y/o diagnosticar precozmente la enfermedad;  aún se sigue reportando gran incidencia de casos de cáncer de acuerdo a las estadisticas mencionadas; en ello se ve reflejado la falta de eficacia y la deficiente cobertura de salud en la población objetivo, que en países de ingresos medianos a bajos como el nuestro llega a ser menor al 20%6, teniendo en cuenta que para que un programa de salud pueda obtener resultados, debería lograr coberturas de por lo menos 70-80%; con lo cual podemos observar que la principal acción que debemos tomar en cuenta es mejorar la cobertura de atención en salud, lo cual implica una mayor inversión y mejor administración de los recursos con el involucramiento  de las instituciones públicas y privadas, la sociedad en general; además de  promover la reducción de brechas sociales, económicas y culturales, con ello lograr  la educación y concientización de la población,  de forma que la necesidad de atención en salud no sea vista como una obligación, sino que sea considerada como parte un hábito saludable el cual no podamos excluir; reducir las tasas de incidencia y mortalidad en nuestro país seguirá siendo una de nuestras  principales metas como profesionales involucrados en ésta carrera que significa día a día contribuir un poco más, con nuestros conocimientos y esfuerzos para la lucha contra esta penosa enfermedad.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Agencia Internacional de Investigación para el Cáncer (IARC)

     https://gco.iarc.fr/

  1. Situación del cáncer en el Perú (2021)

http://www.dge.gob.pe/portal/docs/tools/teleconferencia/2021/SE252021/03.pdf.

 

  • Registro de Cáncer de Lima Metropolitana

https://portal.inen.sld.pe/wp-content/uploads/2022/01/REGISTRO-DE-CANCER-DE-LIMA-METROPOLITANA-2013-2015.pdf.

 

  1. Organización Mundial de la Salud

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer

 

  1. Salazar M, Regalado R. et al.(2013) El Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas en el control del cáncer en el Perú, Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública. 30(1), 105-12

     http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v30n1/a20v30n1.pdf

 

  1. Conor Killmurray (2020) La Organización Mundial de la Salud describe un plan para la eliminación del Càncer Cervical, Revista The Cure

https://www.curetoday.com/view/world-health-organization-outlines-plan-to-eliminate-cervical-cancer-in-low-to-middle-income-countries-

Inmunización en Pacientes con Cáncer

Por la Dra. Diana Portillo Alvarez M.D., Área de Infectología – INEN

 

 

Las infecciones son una de las principales causas de morbimortalidad en los pacientes oncológicos y post trasplantados de progenitores hematopoyéticos; debido a que su inmunidad esta disminuida por diferentes factores, como la enfermedad oncológica y por los tratamientos que requieren como son la quimioterapia, radioterapia, trasplante y otras drogas inmunosupresoras. Es por ello, por lo que es importante mantener protegida a esta población de las enfermedades inmunoprevenibles, contando con su calendario de inmunizaciones actualizado.

En los pacientes oncológicos, la inmunización con vacunas inactivadas es segura, sin embargo, su aplicación varía de acuerdo con la vacuna, al tipo de neoplasia y tratamiento recibido. Idealmente son indicadas previo al tratamiento, pero dada la premura que requiere su intervención, éstas pueden ser aplicadas posterior a la quimioterapia, cuyo tiempo varía de acuerdo con el tipo de vacuna y otras consideraciones, por lo que deben ser evaluados antes de su aplicación. Por ejemplo, en aquellos pacientes que reciben tratamiento basado en Anticuerpos anti-CD20, deben diferirse las inmunizaciones por vacunas inactivadas hasta 6 meses después de la última dosis de terapia; y algunas vacunas pueden ser recibidas durante el mantenimiento, etc.

La inmunización con vacunas de virus vivo atenuado está contraindicada durante el tratamiento oncológico. Pueden indicarse, valorando riesgo y beneficio, por lo menos 6 meses posterior al término del tratamiento, sin embargo, el tiempo específico será evaluado por el médico de acuerdo con el tipo de neoplasia y tratamiento recibido. En los pacientes post trasplantados de progenitores hematopoyéticos serán diferidas hasta por lo menos 2 años posterior al trasplante y se tomarán en cuenta otros factores como el uso de inmunosupresores, etc.

Desde el inicio de la pandemia por COVID19, la prevención es uno de los pilares para reducir los estragos en la población oncológica no solo por el riesgo de desarrollar  enfermedad más severa y una mayor mortalidad, sino por el riesgo de diferimiento de los tratamientos oncológicos requeridos, Por lo cual, es importante la vacunación contra COVID19 en esta población, la cual ha mostrado ser segura, sin embargo la respuesta a estas vacunas pueden ser menores que el resto de la población inmunocompetente de acuerdo al momento del tratamiento oncológico en que se aplica; por ello es que se ha evidenciado en los estudios que requieren un mayor numero de dosis. Los pacientes con neoplasias de tumores solidos tienen una mejor respuesta a las vacunas que los pacientes con neoplasias hematológicas, aunque ello puede variar de acuerdo con el tratamiento recibido para dicha neoplasia. 

Las vacunas contra COVID19 recomendadas en los pacientes oncológicos son aquellas desarrolladas con vectores basados en ARN mensajero (BNT162b2 y MRNA-1273), las cuales se colocan 4 dosis como lo indican la norma aprobada por el MINSA, la primera dosis se aplica el día 0, la segunda dosis el día 21, la tercera dosis el día 49 y la dosis de refuerzo se aplica a los 5 meses después de aplicada la tercera dosis. 

Es necesario resaltar también la importancia de que el personal de salud encargado del cuidado del paciente y los familiares, tengan su calendario vacunal al día, así como recibir vacunación contra influenza anual, y de ser seronegativos contar con vacunación para varicela. 

BIBLIOGRAFIA 

  1. Cordonnier C, Einarsdottir S, Cesaro S, Di Blasi R, Mikulska M, Rieger C, et al. Vaccination of haemopoietic stem cell transplant recipients: guidelines of the 2017 European Conference on Infections in Leukaemia (ECIL 7). Lancet Infect Dis. 1 de junio de 2019;19(6):e200-12. 
  2. Mikulska M, Cesaro S, de Lavallade H, Di Blasi R, Einarsdottir S, Gallo G, et al. Vaccination of patients with haematological malignancies who did not have transplantations: guidelines from the 2017 European Conference on Infections in Leukaemia (ECIL 7). Lancet Infect Dis. 1 de junio de 2019;19(6):e188-99. 
  3. Cesaro S, Ljungman P, Mikulska M, Hirsch HH, von Lilienfeld-Toal M, Cordonnier C, et al. Recommendations for the management of COVID-19 in patients with haematological malignancies or haematopoietic cell transplantation, from the 2021 European Conference on Infections in Leukaemia (ECIL 9). Leukemia. junio de 2022;36(6):1467-80. 
  4. MINSA. Vacunación contra la COVID-19 para pacientes con cáncer [Internet]. [citado 11 de septiembre de 2022]. Disponible en: https://www.gob.pe/21058-vacunacion-contra-la-covid-19-para-pacientes-con-cancer